Los pasajeros de este avión debieron vivir una auténtica película de terror cuando notaron que el Boing 767 de Air Canadá en el que viajaban descendía 120 metros en 46 segundos. ¿El motivo? Un sonñoliento piloto que se quedó dormido en pleno vuelo y, al despertarse y recibir los mandos del avión de parte del otro piloto, creyó ver la alarma de colisión encendida, por lo decidió que la mejor opción era zambullirse en mitad del Atlántico para evitar el choque.
Como resultado, 14 pasajeros resultaron heridos, ya que muchos no llevaban el cinturón de seguridad y salieron despedidos de sus asientos. Este piloto de la compañía Air Canadá al parecer sufrió “inercia del sueño” – el estupor que sigue a una larga siesta –, pero afortunadamente pudo recuperarse rápido, y el avión logró terminar su recorrido de Toronto a Zurich. A la llegada a la ciudad suiza, catorce pasajeros y dos miembros de la tripulación fueron fueron enviados al hospital para recibir atención médica.
"Bajo los efectos de la inercia del sueño, el primer oficial probablemente estaba confundido y desorientado, por ello percibió que la aeronave se encontraba en peligro de colisión inminente ", y por ello decidió cambiar la latitud del vuelo, asegura un informe del Consejo de Seguridad de Transporte de Canadá.
La señal que indica que los pasajeros deben ponerse el cinturón de seguridad estaba encendida, pero varios pasajeros fueron lanzados de sus asientos en la zona más económica del avión, donde se produjeron todas las lesiones, según se desprende de la investigación sobre el incidente, acaecido el pasado 14 de enero.
Según parece, los pilotos no siguieron el protocolo de descanso que los pilotos deben seguir en vuelos de larga distancia, por el que no se deben superar los 40 minutos de sueño y que indica que durante los 15 minutos posteriores tendrá un tiempo de recuperación en el que el piloto no controlará los mandos del avión. - AFP
0 Comentarios